El papa Francisco comenzó hoy una serie de catequesis
dedicadas al misterio de la Iglesia. Cuarenta minutos antes de la audiencia el
santo padre recorrió la Plaza San Pedro en el “papamóvil”, para saludar a los
fieles, que según los cálculos de la Prefectura Pontificia eran cerca de 90
mil.
La concentración se convirtió en una verdadera fiesta,
incluso con la llegada de la lluvia: paraguas abiertos, impermeables de
colores. El Papa, que se quedó sin solideo, tenía el pelo mojado, pero
continuaba saludando a la gente. “Han mostrado valentía bajo la lluvia, ¿eh?”,
comentó el Papa desde el atrio de la basílica vaticana. Se secó el rostro y
comenzó su catequesis.
“Deseo iniciar hoy una serie de catequesis con expresiones
del Concilio Vaticano II sobre el misterio de la Iglesia. La primera es: La
Iglesia como familia de Dios. El proyecto de Dios para la humanidad se presenta
muy bien en la parábola del hijo pródigo, o mejor, del padre misericordioso:
Constituir una única familia en la que todos se sientan cercanos y amados por
Él. Es aquí donde la Iglesia encuentra su raíz”, explicó el santo padre.
Después añadió que “en la Historia de la Salvación, Dios
llama a Abraham para ser padre de una multitud; elige a Israel para establecer
una Alianza; y en la plenitud del tiempo envía a su Hijo, que reúne una pequeña
comunidad que, al escuchar su palabra, sigue su camino y se constituye en su
familia”.
El Pontífice recordó a su predecesor, el papa emérito,
cuando explicó que, “Como nos ha recordado tantas